Churros
Los churros, la verdad es un postre muy fácil y rápido de realizar, y nunca vienen mal para una merienda o un rico desayuno, acompañado de un buen tazón de chocolate...
Un poco de historia...
Hace algunos siglos, entre los pastores españoles, era muy común realizar churros mientras atendían a sus ovejas "churras" en las montañas.
Puesto que no disponían de muchos útiles para cocinar, necesitaron idear un alimento de elaboración sencilla y que se pudiera cocinar al aire libre.
De esa base, surgieron los churros...
Podían ser cocinados de forma sencilla y solo les era necesario una sartén y aceite para freirlos.
Los churros deben su denominación a ovejas churras, debido a que se asemejaban a los cuernos de las mismas..
Cómo los preparaban...
Usaban harina de trigo básicamente, enrollaban una parte de la masa y posteriormente, lo freían en la sartén.
El aspecto del churro de antaño, no era el mismo que vemos hoy en día, era más parecido a un palillo de pan en forma y tamaño.
Después de cocinarlo, los pastores lo comían tal cual, o lo pasaban por azúcar y canela.
Con la migración española a buena parte de américa del sur y el Caribe, los churros se fueron abriendo camino por nuevas tierras.
A su vez, cuando los latinoamericanos partieron para EEUU, también ayudaron a la propagación de este rico postre.
Los churros se venden ahora en puestos callejeros, mercados, cafés y restaurantes.
Evolucionando...
A medida que su popularidad aumentó fuera del ámbito pastoril, el aspecto y forma del churro fué cambiando.
Usando una churrera o duya, una extrusora con punta de estrella, los cocineros de este postre elaboran ahora un tramo largo en forma de estrella, en lugar de la forma de palillo de pan tradicional.
INGREDIENTES:
- 500 Ml. de Agua
- 300 gramos de Harina
- 3 o 4 pizcas de Sal
- Azúcar para espolvorear
- Aceite para freír
PREPARACIÓN:
En un cazo, vertemos el medio litro de agua y la sal.
Cuando el agua empiece a hervir, echamos de golpe el harina y, separamos el cazo del fuego, donde, con la ayuda de una espátula, removeremos enérgicamente, hasta conseguir una masa sin grumos y que no se pegue a las manos.
Una vez que tengamos nuestra masa, se pondrá al fuego una sartén con abundante aceite.
Incorporaremos la masa dentro de una churrera o si no tenemos, como fue mi caso, utilizaremos una manga pastelera con una boquilla de dibujo rizado mediano.
Cuando el aceite esté caliente, iremos haciendo los churros en el tamaño y forma que deseemos, ayudándonos para cortarlos con unas tijeras o un cuchillo.
Las dejaremos que se doren por ambos lados, y las depositaremos en una fuente cubierta de papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Por último, espolvorear los churros con azúcar al gusto.
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